El juego ha llegado rápido y en perfecto estado. En ese sentido, todo muy bien. El problema está en los elementos de El Palé. El tablero, los dados y las fichas son de buena calidad. Los billetes y la propiedades son mucho más pequeños que los del palé de 1980 al que trata de emular. Aunque en primer momento puede parecer una pega, la realidad es que a la hora de jugar es más manejable porque se necesita menos espacio, por muy chulos que fueran los billetes y propiedades de dicha edición. Las casas y hoteles son de plástico y son del mismo tamaño, lo que diferencia a unas de los otros es el color. Lo consideramos suficiente. Los fallos que hemos encontrado y que creemos que cada comprador debe conocer antes de decantarse por la adquisición de este palé es que hay errores en el tablero: en la Salida pone que se cobran 20.000€ en lugar de 200.000€; en el tablero pone Calle de San Bernardo y Calle de Curtidores, mientras que en las propiedades pone Carrera de San Bernardo y La Ribera de Curtidores (no afecta al juego, pero se ve que no se ha prestado atención a los detalles); por otra parte, cuando adquieres una estación y el aeropuerto de Barajas (son tres estaciones y Barajas), no queda claro cuánto te tienen que cobrar si se cae en una estación teniendo esas dos propiedades, ya que en la propiedad pone lo que se cora si se tienen dos estaciones o tres estaciones y el aeropuerto (tampoco afecta al juego si ya se sabía jugar de antes, pues se entiende que Barajas contaría como una segunda estación, pero no está muy conseguido). Lo más negativo de todo es que las propiedades son chiquitas, pero aún lo son más las letras y los números, que apenas se ven y que apenas hay distinción de colores entre algunas propiedades, por ejemplo, no se distinguen los azules de “Bravo Murillo, Santa Engracia y Princesa” de los de “Alcalá y Gran Vía”. Recordamos que el juego está previsto para un número de 2 a 4 jugadores. Por su “similitud” con el Monopoly, hemos tratado de jugarlo a 5. Por si alguien se anima a hacerlo, debe saber que la cantidad de billetes que vienen es bastante ajustada y la partida puede funcionar o no. La cantidad de billetes que venían en El Palé de 1980 también era muy superior. Una última cosa: las cantidades, igual que en El Palé de 1980, no están proporcionadas, pues no hay forma de arruinarse de ninguna de las maneras, el dinero de los jugadores menos afortunados no deja nunca de crecer. La solución la hemos encontrado añadiendo un cero a las cantidades que hay que cobrar como renta de las propiedades cuando se cae en ellas. Lo hemos probado y así funciona perfectamente y creemos que el primer El Palé sí tenía las cantidades ajustadas. Nos sirve de referencia que el dinero que se pasa por la salida es el mismo que se ha de cobrar por tener las “cuatro estaciones” (en este juego las tres estaciones y Barajas). Hasta aquí la descripción, que trata de ser lo más fiel posible a la realidad para tratar de ayudar a otros compradores. Nosotros, después de todo, estamos contentos con la compra, pero nos parece que con tal cantidad de errores, el precio debería ser inferior y la casa que edita el juego debería revisarlo y corregirlo para mejorarlo. Weiterlesen